La casa se despliega como un volumen elevado sobre pilotes, suspendido en un terreno desértico con vistas al Océano Pacífico. Concebida en dos niveles, su diseño busca la relación con el paisaje: el programa público se eleva en la planta superior, permitiendo que las áreas sociales se vuelvan una inmersión a la vastedad natural, mientras que en el nivel inferior se ubican los espacios privados, destinados al descanso y la introspección.
El sistema de cerramientos entre pilotes se plantea como un juego de puertas, persianas y mosquiteros, otorgando una flexibilidad entre la privacidad absoluta y la apertura total hacia el entorno. Esta dualidad transforma la relación entre interior y exterior, permitiendo que los vanos se vuelvan marcos para respirar con el ritmo del paisaje.
Desde la estructura elevada, una alberca suspendida se conecta directamente con la sala, la cocina y el comedor, conformando un espacio unificado que celebra la convivencia social. Más que una expresión de opulencia en los acabados, la arquitectura se enriquece en su espacialidad: busca continuidad y fluidez; un diálogo constante entre el recorrido guiado de un promenade, y la libertad total de un tránsito continuo e ininterrumpido.
UbicaciónBCS, México
Año2022
EstatusProyecto
TipologíaHabitacional
ColaboraciónArq. María Gómez Castañares
La casa se despliega como un volumen elevado sobre pilotes, suspendido en un terreno desértico con vistas al Océano Pacífico. Concebida en dos niveles, su diseño busca la relación con el paisaje: el programa público se eleva en la planta superior, permitiendo que las áreas sociales se vuelvan una inmersión a la vastedad natural, mientras que en el nivel inferior se ubican los espacios privados, destinados al descanso y la introspección.
El sistema de cerramientos entre pilotes se plantea como un juego de puertas, persianas y mosquiteros, otorgando una flexibilidad entre la privacidad absoluta y la apertura total hacia el entorno. Esta dualidad transforma la relación entre interior y exterior, permitiendo que los vanos se vuelvan marcos para respirar con el ritmo del paisaje.
Desde la estructura elevada, una alberca suspendida se conecta directamente con la sala, la cocina y el comedor, conformando un espacio unificado que celebra la convivencia social. Más que una expresión de opulencia en los acabados, la arquitectura se enriquece en su espacialidad: busca continuidad y fluidez; un diálogo constante entre el recorrido guiado de un promenade, y la libertad total de un tránsito continuo e ininterrumpido.
UbicaciónBCS, México
Año2022
EstatusProyecto
TipologíaHabitacional
ColaboraciónArq. María Gómez Castañares